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miércoles, 12 de agosto de 2020

CARACTERÍSTICA ESENCIAL SJT: La Contemplación

  1. “La historia de nuestra Fundación revela tres características esenciales: La insistencia del Espíritu Santo en el SER PARA DIOS: las seis primeras hermanas de San José de Tarbes sintieron, ante todo, que Dios las llamaba a la CONTEMPLACIÓN y a eso respondieron de todo corazón. En esta primera etapa Dios quiso penetrarlas de su Absoluto y de su Amor Gratuito”. (Constituciones, Artículo 1 pág. 9). 
  2. Ejercicios de piedad de las hermanas: 175 “Todas las mañanas, a partir de las cuatro y cuarto, en verano y de las cinco y cuarto en invierno, oración y recitación vocal durante tres cuartos de hora, luego laudes, la santa misa, el examen particular antes del medio día; vísperas y completas, visita al santísimo sacramentado, lectura espiritual, maitines, letanías del sagrado corazón de Jesús, oración de la tarde, lectura del tema de la oración.” 176. “Todos los meses, un día de retiro y todos los años un retiro de ocho días.” 177. “Las hermanas se confiesan, regularmente cada ocho días con el confesor indicado por la comunidad.” (Notas sobre los orígenes de la Congregación de las hermanas de san José de Tarbes 1843-1926 pág. 39). 
  3. “El padre Bazérque no olvida el más eficaz de los medios: La Oración. Decide, que hasta el día cuando las jóvenes puedan reunirse en comunidad, harán, antes de la Misa, una serie ininterrumpida de novenas a Nuestra Señora. Antes de empezar las oraciones e invocaciones, deberán ir de rodillas desde la puerta de la Iglesia hasta la Santa Mesa donde él las esperara para hacerles besar una pequeña estatua de la Santísima Virgen.”… 
  4. “Como no hay lugar adecuado para poder reunirse, las jóvenes siguen viviendo en sus casas. Levantadas desde muy temprano, se dirigen a la Iglesia, hacen sus novenas y reciben en la sacristía una instrucción del Padre Bazérque para prepararse al Noviciado. Después de oír la misa, van al terreno del futuro convento y ponen manos a la obra de despejo y limpieza del mismo.”  (Gaétan Bernoville, pág. 25 y 26).
  5. “¡cómo no creer que ellas vivían de Dios, cerca de Dios y para Dios…!!! Desde el primer día se les dio un pequeño reglamento que marcaba un ejercicio para todas las horas del día. La levantada era a las 4:00 am. Se hacía la oración y una media hora de meditación; se rezaba el oficio de la santísima Virgen: Maitines en la noche, Laudes por la mañana y Vísperas y completas en el medio día. Se asistía a la Misa y se hacía la visita al Santísimo Sacramento, todos los días. Se rezaba el rosario de cinco decenas y otras pequeños oraciones. Todo se hacía en común.” “la clausura y el silencio fueron, sobre todo observados rigurosamente. Tenían tantos deseos de entregarse que ninguna rigidez les extrañaba. Se hubieran sometido gustosamente al ayuno, las maceraciones, y las vigilias. La vida del Carmelo era su sueño y su ambición.” (Cuatro cuadernos: primer cuaderno pág.4 y 5).



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