MIRANDO NUESTRA REALIDAD
La crisis sobre la
práctica de los valores se viene dando desde tiempos remotos, a pesar que el
Diseño Curricular Nacional de la Educación Básica Regular (DCN de la EBR,
2013), plantea en el primero y en el segundo de sus objetivos, “desarrollar capacidades, valores y
actitudes que permitan al educando aprender a lo largo de toda su vida” (p.
6) sin embargo, esto en la práctica
resulta un poco contradictorio, ya que no sólo la escuela educa, sino también
la familia y la sociedad.
Las limitadas
relaciones afectivas son testimonio de la vivencia de los valores, porque estos,
son evidenciados en actitudes concretas. Frente a toda esta realidad, Pérez
(2007, p.212), enfatiza: “por encima de
la explicación teórica no alcanzada está la necesidad de vivir los valores, de
hacer que dirija la vida del hombre y la sociedad”. Es decir, la
problemática cada día se acrecienta más y las propuestas dadas siguen sin dejar
huella de cambio o generar alguna estabilidad en la vivencia de cada uno de
ellos.
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